Cocina rústica en el corazón del Pirineo Catalán

Diseñar una cocina abierta al salón es siempre un acierto si lo que queremos es que se convierta en uno de los espacios más importantes de la casa. Hacerlo de forma eficiente y sin dejar de lado el diseño es la clave del éxito.

La particularidad de esta cocina son los diferentes elementos que se utilizan para abrirla al máximo al salón y como se aprovecha y maximiza la luz para que inunde todo el espacio.

Por un lado, tenemos una cocina con distribución en forma de U dónde se sitúan la cocción de gas, la plancha de inducción, el horno, el microondas, el lavavajillas integrado, la nevera y el congelador panelados. 

Esta se complementa con una isla central con un segundo fregadero más auxiliar y almacenaje por los dos lados. La isla favorece muchísimo la circulación entre los principales elementos de la cocina (nevera, cocción y fregadero) y nos permite delimitar el espacio entre la zona de paso y la cocina.

La zona en U, se ha acabado con una península abierta al salón con una barra de bar que nos hace de barra para desayunos o cenas más informales y a la vez nos funciona de separador con el salón comedor de la casa.

Los muebles suspendidos con las puertas de cristal son el foco de todas las miradas. El hecho de que sean transparentes le da mucha ligereza y luminosidad a todo el espacio.

Los muebles altos siempre son un “must” si lo que queremos es ampliar el espacio de almacenamiento.

Todos los muebles de esta cocina son de nuestra gama Magna. Está toda confeccionada en madera de roble natural con los tiradores Gola lacados en color negro. La encimera es de HPL blanco ultra resistente y muy limpio para el día a día. Todos los interiores están equipados con nuestros accesorios a medida como por ejemplo el cubertero, el cacerolero o el centro de reciclaje oculto.

En definitiva, el resultado del proyecto d’Estudi d’Àneu ha sido una cocina amplia y luminosa, con mucho espacio para almacenaje y superficie para trabajar cómodamente. Nos encanta la forma como se ha abierto y se ha integrado con el resto de la casa. Los materiales han sido un gran acierto para convertirla en una cocina rústica, pero sin perder elegancia y modernidad en el corazón del Valle de Arán. ¡Nos encanta!